domingo, 2 de diciembre de 2012
El Santo Oficio
El Santo Oficio
Alarmado por la difusión del protestantismo y por su penetración en Italia, en 1542 el papa Pablo III hizo caso a reformadores como el cardenal Juan Pedro Carafa y estableció en Roma la Congregación de la Inquisición, conocida también como la Inquisición romana y el Santo Oficio. Seis cardenales, incluido Carafa, constituyeron la comisión original, cuyos poderes se ampliaron a toda la Iglesia. En realidad, el Santo Oficio era una institución nueva vinculada a la Inquisición medieval sólo por vagos precedentes. Más libre del control episcopal que su predecesora, concibió también su función de forma diferente. Mientras la Inquisición medieval se había centrado en las herejías que ocasionaban desórdenes públicos, el Santo Oficio se preocupó de la ortodoxia de índole más académica y, sobre todo, la que aparecía en los escritos de teólogos y eclesiásticos destacados.
Durante los 12 primeros años, las actividades de la Inquisición romana fueron modestas hasta cierto punto, reducidas a Italia casi por completo. Cuando Carafa se convirtió en el papa Pablo IV en 1555 emprendió una persecución activa de sospechosos, incluidos obispos y cardenales (como el prelado inglés Reginald Pole). Encargó a la Congregación que elaborara una lista de libros que atentaban contra la fe o la moral, y aprobó y publicó el primer Índice de Libros Prohibidos en 1559. Aunque papas posteriores atemperaron el celo de la Inquisición romana, comenzaron a considerarla como el instrumento consuetudinario del Gobierno papal para regular el orden en la Iglesia y la ortodoxia doctrinal; por ejemplo, procesó y condenó a Galileo en 1633. En 1965 el papa Pablo VI, respondiendo a numerosas quejas, reorganizó el Santo Oficio y le puso el nuevo nombre de Congregación para la Doctrina de la Fe.
RoBert
Alarmado por la difusión del protestantismo y por su penetración en Italia, en 1542 el papa Pablo III hizo caso a reformadores como el cardenal Juan Pedro Carafa y estableció en Roma la Congregación de la Inquisición, conocida también como la Inquisición romana y el Santo Oficio. Seis cardenales, incluido Carafa, constituyeron la comisión original, cuyos poderes se ampliaron a toda la Iglesia. En realidad, el Santo Oficio era una institución nueva vinculada a la Inquisición medieval sólo por vagos precedentes. Más libre del control episcopal que su predecesora, concibió también su función de forma diferente. Mientras la Inquisición medieval se había centrado en las herejías que ocasionaban desórdenes públicos, el Santo Oficio se preocupó de la ortodoxia de índole más académica y, sobre todo, la que aparecía en los escritos de teólogos y eclesiásticos destacados.
Durante los 12 primeros años, las actividades de la Inquisición romana fueron modestas hasta cierto punto, reducidas a Italia casi por completo. Cuando Carafa se convirtió en el papa Pablo IV en 1555 emprendió una persecución activa de sospechosos, incluidos obispos y cardenales (como el prelado inglés Reginald Pole). Encargó a la Congregación que elaborara una lista de libros que atentaban contra la fe o la moral, y aprobó y publicó el primer Índice de Libros Prohibidos en 1559. Aunque papas posteriores atemperaron el celo de la Inquisición romana, comenzaron a considerarla como el instrumento consuetudinario del Gobierno papal para regular el orden en la Iglesia y la ortodoxia doctrinal; por ejemplo, procesó y condenó a Galileo en 1633. En 1965 el papa Pablo VI, respondiendo a numerosas quejas, reorganizó el Santo Oficio y le puso el nuevo nombre de Congregación para la Doctrina de la Fe.
RoBert
La inquisición en México antes del establecimiento del Tribunal del Santo Oficio.
Aunque, según hemos visto, la Inquisición quedó formalmente constituida en España con carácter órgano judicial oficial desde los años ochenta del siglo XV, las actividades inquisitoriales en México tardaron mucho tiempo en ser sometidas a la jurisdicción de un Tribunal del Santo Oficio propiamente dicho, puesto que no lo hubo antes de 1571.
Los principios de aquellas actividades sin confusos por la diversidad de autoridades que intervinieron y la falta de precisión de sus facultades para hacerlo. La autoridad seglar, incluso, se abocó en no pocos casos, y durante buen números de años, al conocimiento y castigo de los actos que normalmente correspondían a la jurisdicción episcopal y, mejor aún, a la inquisitorial. Citemos al respecto y sólo como casos muy notorios las Ordenanzas contra blasfemos promulgadas por Hernán Cortés en 1520, es decir, aún ante de la caída de Tenochtitlan, y el proceso por idolatría incoado por Nuño Beltrán de Guzmán en 1530 contra el Caltzontzin, señor de los tarascos. Por otra parte, hay indicios ciertos de actividades inquisitoriales contra herejes desde 1522, realizadas al parecer, por frailes que desde la época ya que se hallaban en México, quizás actuando con poderes directos del papa. Ahora bien, este hecho tienen interés partículas de ofrecernos el antecedente inmediato de la primera etapa de la Inquisición en México la etapa "monástica", de la que nos
ocuparemos enseguida
COso
Los principios de aquellas actividades sin confusos por la diversidad de autoridades que intervinieron y la falta de precisión de sus facultades para hacerlo. La autoridad seglar, incluso, se abocó en no pocos casos, y durante buen números de años, al conocimiento y castigo de los actos que normalmente correspondían a la jurisdicción episcopal y, mejor aún, a la inquisitorial. Citemos al respecto y sólo como casos muy notorios las Ordenanzas contra blasfemos promulgadas por Hernán Cortés en 1520, es decir, aún ante de la caída de Tenochtitlan, y el proceso por idolatría incoado por Nuño Beltrán de Guzmán en 1530 contra el Caltzontzin, señor de los tarascos. Por otra parte, hay indicios ciertos de actividades inquisitoriales contra herejes desde 1522, realizadas al parecer, por frailes que desde la época ya que se hallaban en México, quizás actuando con poderes directos del papa. Ahora bien, este hecho tienen interés partículas de ofrecernos el antecedente inmediato de la primera etapa de la Inquisición en México la etapa "monástica", de la que nos
ocuparemos enseguida
COso
La Santa Inquisicion
Por motivos obvios, la iglesia católica ha estimado como enemigos de Dios y suyos a los cristianos que en materia de fe se oponen con pertinencia a lo que ella cree y propone es decir, a los herejes. En tiempos pasados y en los países que profesaban la fe católica, la herejía se consideraba como un delito, como un acto que podía y debía castigarse. A este efecto, un concilio reunido en la ciudad de Verona en el año de 1185 concedió a los obispos la facultad de proceder judicialmente contra los sospechosos de herejía y, en caso de ser culpables deberían ser entregados a la autoridad civil para que se les impusiera un castigo, que podía ser la pena capital. Tal remoto antecedente de esa famosa institución que, andando el tiempo, se llamó Tribunal de Santo oficio de la Inquisición. Comúnmente citado en su forma abreviada "Inquisición".
Este nombre ? derivado del latín inquisitio ? se debe a que, a diferencia de otros tribunales, los del Santo Oficio podían proceder libremente por su cuenta para averiguar o inquirir en secreto la conducta y creencias de cualquier persona que por algún motivo pudieran ser sospechosas.
Breve idea de la legislación inquisitorial.
En lo sucesivo solamente nos ocupamos de la Inquisición española, cuyo carácter oficial hemos subrayado, porque es obvio que la establecida en México de igual índole, como dependiente suprema.
Mucho se ha escrito y opinado de la inquisición como por ejemplo más flagrante y elocuente del cargo de oscurantismo antiprogresista y supersticioso que se le ha hecho a la Nueva España, sobre todo durante los reinados de la dinastía de los Austria y muy particularmente el de Felipe II (1556 ? 1598).
La base de la legislación inquisitorial española sé remota a la época del primer inquisidor general, fray Tomás de Torquemada. Refiriéndose a tan decisivo asunto para nuestro relato. La Torquemada convocó una gran junta para discutir esas instrucciones, a la que concurrieron los miembros del consejo y los inquisidores de cuatro tribunales de España. El documento fue definitivamente aprobado y, sin bien en años posteriores sufrió adicciones y algunos cambios, es la base de todas las constituciones posteriores del tribunal. En él se contienen reglas para el establecimiento de tribunales y "los trámites a que debían arreglarse los inquisidores en la secuela y sentencia de un proceso y ejecución de la sentencia". Este código fundamental se llamó Compilación de las instrucciones del oficio de la Santa Inquisición; circuló en copias manuscritas y fue impreso por primera vez en 1537.
FiSh
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