domingo, 2 de diciembre de 2012
La Santa Inquisicion
Por motivos obvios, la iglesia católica ha estimado como enemigos de Dios y suyos a los cristianos que en materia de fe se oponen con pertinencia a lo que ella cree y propone es decir, a los herejes. En tiempos pasados y en los países que profesaban la fe católica, la herejía se consideraba como un delito, como un acto que podía y debía castigarse. A este efecto, un concilio reunido en la ciudad de Verona en el año de 1185 concedió a los obispos la facultad de proceder judicialmente contra los sospechosos de herejía y, en caso de ser culpables deberían ser entregados a la autoridad civil para que se les impusiera un castigo, que podía ser la pena capital. Tal remoto antecedente de esa famosa institución que, andando el tiempo, se llamó Tribunal de Santo oficio de la Inquisición. Comúnmente citado en su forma abreviada "Inquisición".
Este nombre ? derivado del latín inquisitio ? se debe a que, a diferencia de otros tribunales, los del Santo Oficio podían proceder libremente por su cuenta para averiguar o inquirir en secreto la conducta y creencias de cualquier persona que por algún motivo pudieran ser sospechosas.
Breve idea de la legislación inquisitorial.
En lo sucesivo solamente nos ocupamos de la Inquisición española, cuyo carácter oficial hemos subrayado, porque es obvio que la establecida en México de igual índole, como dependiente suprema.
Mucho se ha escrito y opinado de la inquisición como por ejemplo más flagrante y elocuente del cargo de oscurantismo antiprogresista y supersticioso que se le ha hecho a la Nueva España, sobre todo durante los reinados de la dinastía de los Austria y muy particularmente el de Felipe II (1556 ? 1598).
La base de la legislación inquisitorial española sé remota a la época del primer inquisidor general, fray Tomás de Torquemada. Refiriéndose a tan decisivo asunto para nuestro relato. La Torquemada convocó una gran junta para discutir esas instrucciones, a la que concurrieron los miembros del consejo y los inquisidores de cuatro tribunales de España. El documento fue definitivamente aprobado y, sin bien en años posteriores sufrió adicciones y algunos cambios, es la base de todas las constituciones posteriores del tribunal. En él se contienen reglas para el establecimiento de tribunales y "los trámites a que debían arreglarse los inquisidores en la secuela y sentencia de un proceso y ejecución de la sentencia". Este código fundamental se llamó Compilación de las instrucciones del oficio de la Santa Inquisición; circuló en copias manuscritas y fue impreso por primera vez en 1537.
FiSh
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